Zero Otto Nove, un restaurante popular localizado en la Avenida Arthur en el Bronx, resolvió una demanda por robo de salarios por $92,000. Dos bussers demandaron a Zero Otto Nove en un tribunal federal alegando que el restaurante y su dueño no les pagaron ningún salario a pesar de exigirles que trabajaran en el restaurante de 60 a 75 horas por semana. Los bussers afirmaron que ellos solo ganaban propinas dejadas por los clientes. Los bussers también afirmaron que un gerente del restaurante tomó ilegalmente parte de sus propinas.
Bajo la ley de Nueva York, los restaurantes en la ciudad de Nueva York tienen que pagar a sus empleados al menos $15 por hora. Los restaurantes en la ciudad de Nueva York pueden pagar a los empleados que reciben propinas, como camareros y bussers, tan solo $10 por hora. Sin embargo, para poder pagar el salario mínimo reducido, el restaurante primero debe cumplir con ciertos requisitos de notificación (conocido como tomar un "crédito de propina" bajo la ley de Nueva York). En ningún caso puede un restaurante de Nueva York hacer que sus empleados trabajen solo por propinas. El restaurante siempre tiene que pagar por los menos el salario mínimo a sus empleados, y no hacerlo es una gran violación de la Ley de Nueva York y la Ley Federal de Normas Laborales Justas y Razonables, que requieren el pago de salario mínimo y de horas extras.
Además, la ley de Nueva York prohíbe a los gerentes y propietarios de restaurantes tomar de las propinas de los empleados que reciben propinas. Las propinas se consideran propiedad de los empleados. A excepción de fondos de común de propinas, en los que solo los empleados que reciben propinas comparten propinas entre sí, siempre se debe permitir que los empleados que reciben propinas mantengan todas sus propinas recibidas. Es una violación de la ley de Nueva York que un restaurante, sus gerentes o sus propietarios se toman de las propinas de los empleados que reciben propinas o que obliguen a esos empleados a dar porciones de sus propinas a empleados no propinados, como trabajadores de cocina.
Los bussers estaban listos para proceder a juicio contra Zero Otto Nove. Después de varias rondas de negociaciones, incluyendo dos conferencias con un juez federal, Zero Otto Nove resolvió el caso ofreciendo a los bussers una sentencia en su contra por $92,000. Los bussers aceptaron la sentencia.
Gianfranco J.Cuadra, socio de Pechman Law Group, representó a los bussers contra Zero Otto Nove.
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