El Waverly Inn, un restaurante popular en el West Village, propiedad del ex editor de la revista Vanity Fair, Graydon Carter, fue demandado por un ex mesero por no pagar el salario mínimo, apropiación incorrecta de propinas y represalias, en violación de la Ley de Normas Justas y Razonables del Trabajo (en ingles, FLSA) y la ley Laboral de Nueva York. Carter ha criticado públicamente al Presidente Trump en su publicación Spy Magazine porque Trump maltrató a los trabajadores de sus propiedades, pero Carter ahora se enfrenta a acusaciones similares en el Tribunal Federal de Nueva York.
Según la demanda, "se requiere que los meseros realicen ‘tareas extras’ (o “side work”) tales como llenar frascos de condimento, arreglar sábanas, llenar cubos de hielo y doblar decenas de servilletas a un salario sub-mínimal. La razón simple es que es más barato para el Waverly Inn pagar a los meseros que ganan el salario mínimo especial para empleados de propinas para hacer este trabajo que contratar a trabajadores y pagarles el salario mínimo normal para hacer estos trabajos extras. " La demanda afirma que, bajo la ley estatal, los restaurantes no tenían derecho a tomar un crédito de propina porque los trabajos extras de los meseros superan regularmente el 20% de su día laboral. En consecuencia, los meseros deberían haber sido pagados a la tasa de salario mínimo normal. Esta regla de crédito de propina de 80/20 prohíbe a los empleadores a pagar a sus empleados que ganan propinas el salario mínimo especial, lo cual es menos del salario minimo normal, cuando requieren que esos empleados realicen tareas donde no estan ganando propinas por más del 20% del día laboral durante la semana.
La demanda también alegó que el restaurante requería que los meseros participaran en un fondo común de propinas que incluía a empleados que no eran de servicio. La queja afirma que el grupo de propinas incluyó ilegalmente a un expedidor que, "rara vez, si en todo, servició a los clientes. Trabajaba en la cocina." Bajo la FLSA y las leyes laborales estatales, los empleados con propinas deben retener todas sus gratificaciones obtenidas, menos si son parte de un fondo común que incluye a otros empleados que habitual y regularmente reciben propinas (meseros, bartenders, bussers, etc.).
El ex mesero también alega que fue despedido después de quejarse de que la gerencia lo obligó a permanecer más tiempo después de su turno para realizar un trabajo adicional sin propinas. Según la demanda, el mesero se registró con su gerente a las 11:15pm al final de su turno de cena. A pesar de que ya había doblado 75 servilletas esa noche, el gerente insistió, "haga su trabajo de lado," significando que doblara al menos 50 servilletas mas. A pesar de no tener quejas sobre su trabajo en el restaurante, fue despedido al día siguiente.