Un restaurante no puede cobrar a sus empleados por clientes que salen sin pagar. Tampoco les puede cobrar por cosas rotas. Los empleados no son responsables por las pérdidas financieras de clientes que no pagan cuentas o del hurto de la propiedad del restaurante. Los restaurantes no pueden hacer deducciones por los desperdicios, cosas rotas, o falta de dinero. El restaurante tampoco puede deducir dinero del saldo del empleado como multa por llegar tarde al trabajo u otro mal comportamiento.