Un 7-Eleven despidió ilegalmente a un gerente sordo, violando la Ley de Americanos con Impedimentos (“Americans with Disabilities Act” o “ADA”) y las leyes del estado de Florida, de acuerdo a un jurado que le otorgó al hombre $934,000 en daños y perjuicios. En su reclamo de discriminación, el gerente James Soliday alegó que 7-Eleven denegó su pedido para “acomodo razonable” y le despidió a causa de su impedimento. Soliday tiene un 95% de perdida auditiva y depende completamente en su habilidad de leer labios y entender señales cuando se comunica personalmente con alguien. Desde el comienzo de su carrera en 7-Eleven, que ha durado 26 años, Soliday ha podido trabajar mediante el uso de maquinas de fax para enviar y revisar data, y “pagers” de texto para comunicarse con gerentes, asesores, gerentes de mercadeo, y con las oficinas centrales. El caso comenzó cuando el supervisor de Soliday se rehusó a reponer la maquina de fax, la cual estaba averiada, y también elimino los “pagers” de texto en la oficina. Esto interfirió significantemente con la habilidad de Soliday para llevar a cabo sus tareas diarias. Poco después, Soliday fue acusado de no llevar a cabo su trabajo debidamente y fue despedido. El jurado le otorgó a Soliday $934,000, incluyendo $178,000 por sueldo y beneficios perdidos y $756,000 por daños emocionales y mentales.